lunes, 16 de noviembre de 2015

Complementos del corredor: la fuerza (II)


Beneficios de los entrenamientos de fuerza en deportes de resistencia

1) El entrenamiento de la fuerza puede mejorar la economía del esfuerzo, inducida por una mejora en la técnica deportiva. Esto puede permitirle al deportista trabajar a la misma intensidad absoluta (velocidad, o potencia) con una menor percepción del esfuerzo, o en términos prácticos para el ciclismo, pedalear al ritmo del pelotón con un menor grado de esfuerzo percibido. Estudios demostraron que el entrenamiento pliométrico tuvo mejores beneficios sobre la economía de carrera que entrenamientos con sobrecarga más convencionales.
2) El entrenamiento de la fuerza puede mejorar la capacidad de realizar ejercicios de corta duración y alta intensidad, tales como un sprint en ciclismo de ruta, un desnivel positivo en mountain bike, o un obstáculo en las carreras de montaña.
3) El entrenamiento de la fuerza puede prevenir lesiones. Este es un aspecto fundamental en todos los deportes de resistencia, ya que las lesiones afectan significativamente la consistencia del entrenamiento, y ponen en riesgo la continuidad de la persona en el deporte, algo que es fundamental a todos los niveles, desde el deportista de alto nivel al popular/recreacional.
4) El entrenamiento de la fuerza puede retrasar la fatiga en una competición, particularmente al final de la misma. Esto es de particular importancia para esfuerzos prolongados como un rally marathon en el ciclismo, o una prueba de ultra-resistencia como el Ironman.
5) El entrenamiento de la fuerza puede incrementar la producción de potencia asociada al VO2 máx. (P.máx.)en el ciclismo. Hay que destacar que la P.máx. es el indicador clave del rendimiento, y claramente más importante que el mismo VO2 máx.
6) El entrenamiento de la fuerza puede disminuir la percepción del esfuerzo a la intensidad absoluta a la que se produce el umbral del lactato. Esto tiene una importancia fundamental para las pruebas que se realizan por debajo de esta intensidad, tales como un maratón, donde esto puede conducir a una mejora del ritmo de competición, ya que a la misma percepción del esfuerzo pre-entrenamiento, el deportista puede trabajar a una mayor intensidad absoluta (velocidad).
7) El entrenamiento de la fuerza puede mejorar el rendimiento en pruebas contrarreloj. Esta es quizás una de las respuestas clave de este tipo de entrenamiento, ya que las competiciones implican realizar una distancia dada en el menor tiempo posible, tal como en este tipo de pruebas que se utilizan en los estudios para valorar la efectividad del entrenamiento de fuerza.
8) El entrenamiento de la fuerza permite tener un mejor rendimiento en bloques de trabajo de alta intensidad precedidos por períodos prolongados de entrenamiento de baja intensidad. Esto podría incrementar la efectividad del entrenamiento, donde se presente este tipo de modelos de esfuerzo.
9) El entrenamiento de la fuerza tiene un efecto anti-envejecimiento que puede prevenir la sarcopenia (pérdida de células musculares) inducida por la edad.
10) La fuerza muscular es un componente clave de la aptitud física, por lo que poseer niveles adecuados de la misma es clave para mantenerse saludable.
Dicho esto, es evidente la necesidad de incluir este tipo de trabajo dentro del entrenamiento, ya que los beneficios a nivel de rendimiento están claros. Decir que los beneficios no van a ser igual para un neófito en este tipo de deportes que para una persona con un nivel de rendimiento relativamente alto. A pesar de esto, los beneficios son visibles para cualquier tipo de deportista.
En la segunda parte del artículo, veremos cómo incluir el entrenamiento de fuerza en el programa de entrenamiento, además de las diferentes manifestaciones de la fuerza, explicando cómo y cuándo trabajarlas.

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